Edad, experiencia y oficio, siempre triunfan.
Un anciano tenía una finca con un lago.
Después de algún tiempo, decide ir a ver si estaba todo en orden.
Cogió un cesto para aprovechar el paseo y llevarse a casa algunas frutas maduras.
Al aproximarse al lago, escucho voces animadas. Vió un grupo de mujeres bañándose, completamente desnudas.
Al verlo, todas se fueron a la parte más honda del lago, manteniendo solamente la cabeza fuera del agua.
Una de las mujeres gritó: ¡No saldremos mientras usted no se aleje!
El viejo respondió: Yo no vengo hasta aquí para verlas nadar o salir desnudas del lago y levantando el cesto, les dijo: Yo sólo estoy aquí para dar de comer al cocodrilo... (Cortesia de Barbin Ramos)
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