El Hombre del Central Park
El Parque Central de Nueva York , más conocido por su nombre en inglés de Central Park, está tan hermosamente trazado que pareciera una obra maestra de la naturaleza. Sus frondosas arboledas y sus finas características están tan bien diseñadas que pareciera que el poder de una mano superior las hubiera salpicado sobre la ciudad. Sin embargo no ha sido así. Las 340 hectáreas eran, a mediados del siglo XIX, un área pantanosa y llena de inmundicias, viejas cabañas y matorrales salvajes. El cambio se produjo a partir de 1857 cuando un tal Frederick puso manos a la obra. Dicen que Frederick Law Olmsted era un buen tipo. Había nacido el 26 de abril de 1822 en una granja de Nueva York y tal vez por esta circunstancia de pasar sus primeros años rodeado de naturaleza viva, fue un entusiasta enamorado de la botánica. A los 37 se casó con su cuñada cuando falleció su hermano, adoptando como hijos a sus tres pequeños sobrinos y por ese entonces conoc...