Historia del carné de conducir
Todos sabemos que el carné de conducir es imprescindible para poder manejar o conducir un vehículo, de lo contrario estaríamos infringiendo la ley. Lo habitual es inscribirse en una autoescuela, examinarnos, aprobar, y después obtener el permiso de conducción , pero no siempre ha sido así. Origen del carné de conducir El carné de conducir es cosa de finales del siglo XIX, pero no los problemas de la conducción de vehículos. La regulación y normalización del uso de carruajes en espacios públicos es asunto antiguo. Los asirios y egipcios ya abordaron el problema en las grandes ciudades, donde muchos paseaban en carro. Los antiguos griegos y romanos encontraron a este vehículo un uso deportivo y de recreo; establecieron normas y estudiaron la causística que podía darse: encuentro de dos carruajes en un puente, derecho de paso en caminos estrechos o número de animales que podían tirar del vehículo...