Chistes. chistes, chistes y mas chistes
Todas las mañanas sin faltar ni una, el lechero de una conocida ciudad hace el reparto de la mejor leche por todas las calles de la ciudad sin faltar ni una. Un día, la vida le da el peor revés de su vida y fallece en un trágico accidente. A los pocos días, se reúnen en el despacho de un abogado para dar lectura a la herencia. El abogado comienza a leer A mi hijo pequeño le dejo las casas del norte de la ciudad. A mi ti, querido hijo mayor te dejo las casas del centro. Y a ti, querida y abnegada esposa te dejo las casas del sur de la ciudad. El abogado asombrado le dice, pues si que ha hecho fortuna su esposo repartiendo leche. Pero qué fortuna ni narices, son las rutas de reparto. Papá,en la tele hablan todo el tiempo de la política ¿Qué es eso? Pues verás hijo, la política es como la vida en nuestra casa. Mamá es el gobierno, porque ella es la que dice lo que se hace con el dine...