Chistes, chistes y mas chistes



- Estan un oso y un conejo a mitad del bosque cuando de repente,se les aparece un ada
esta les dice que les concedera tres deseos a cada uno. Le dice el ada al oso:
- Haber oso ¿tu que quieres? yo quiero que todos los osos de este bosque sean hembras
- Deseo concedido.
- Haber conejo ¿tu que quieres?
- Yo un moto de mi estatura.
- Deseo concedido.
- Oso tu segundo deseo cual es.
- Mejor, yo quiero que todos los osos de este pais sean hembras.
- Deseo concedido.
- Conejo: – el segundo deseo que quiero es un casco para mi moto.
- Deseo concedido, oso este es tu ultimo deseo.
- Mejor pensado mejor quiero que todos los osos del mundo sean hembras.
- Vale muy bien y tu conejo dime tu ultimo deseo ahora.
- Yo deseo que el oso sea maricon.


-Primer acto: Aparece una isla desierta y en medio de ésta un sobrecito para hacer té.
-Segundo acto: Aparece la misma isla con el mismo sobrecito de té.
-Tercer acto: Aparece la misma isla con el mismo sobrecito de té.
¿Cómo se llamó la obra?
La isla del tésolo.

Primer acto: Sale un “PAVO” con un cuchillo.
Segundo acto: Sale otro “PAVO” con una pistola de rayos laser.
Tercer acto: Sale otro “PAVO” con una espada.
¿Cómo se llama la obra?
Los pavos rangers.

- Primer acto: Juan Díaz cae del noveno piso.
- Segundo acto: Pedro Díaz cae del noveno piso.
- Tercer acto: Roberto Díaz cae del noveno piso.
- ¿Cómo se llama la obra?
- Los Díaz pasan volando.


Una pareja de ancianos entra en la oficina de un abogado.
- ¿Buenos días, que puedo hacer por ustedes?
- Verá, es que queremos divorciarnos.
- ¿Qué? ¿Pero cuántos años tienen ustedes?
- 96 y 98.
- ¿Y cuánto tiempo han estado ustedes casados?
- 75 años. 
- Pero perdonen, es que no lo entiendo, ¿por qué han esperado tanto tiempo antes de divorciarse?
- Es que pensamos que sería mejor esperar a que todos nuestros hijos se hubiesen muerto.



Han llamado a un tio para que vaya a revisar su declaracion de la renta.
Cuando entra en la oficina, el inspector le dice:
- Pues vera, es que a usted le ha salido negativa,
y sin embargo en nuestros archivos consta que usted tiene quince pisos en Madrid y numerosas acciones de todo tipo,
asi que pensamos que tiene que haber algun error.
- No, que va, señor inspector, lo que ocurre es que todo ese dinero me lo he ganado apostando.
- Apostando ? Venga ya ! Pero si el año pasado se compro usted un yate que ni el Kashogi !
- Que si, que si, que lo he ganado todo apostando. Mire, se lo explicare con un ejemplo. Le apuesto cincuenta mil pesetas a que me muerdo un ojo.
- Pero hombre, eso es imposible !
- Que si, venga, apuesta ?
- Pues bueno, ganare cincuenta mil pesetas.
Entonces va este tio, se saca un ojo de cristal y lo muerde, asi que el inspector le paga las cincuenta mil pesetas.
- Bueno, esto me parece muy bien, usted se puede ganar un dinerillo de vez en cuando con este truco, pero no pretendera usted justificarme esta cuenta bancaria de quinientos millones de pesetas con una cosa asi.
- Ya, pero es que hago muchas apuestas y… mire, por ejemplo, le apuesto cien mil pesetas a que me muerdo el otro ojo.
- Pero hombre, eso si que es imposible, usted no es ciego, asi que no puede tener otro ojo de cristal; pero si quiere, yo voy con la apuesta.
Entonces va el tio y se saca la dentadura postiza, se la lleva hasta el otro ojo y se lo muerde. Y el inspector le paga las cien mil pesetas.
- Pero mire, de todas formas yo no me creo que con estas cosas usted haya podido construir estas urbanizaciones en Mallorca; usted no puede ganar tanto a base de apuestas.
- Que si, de verdad, todo depende de la cantidad de dinero que apostemos. Por ejemplo, le apuesto doscientas mil pesetas a que tengo los gluteos cuadrados.
- Bueno, eso si que ya es demasiado, nadie puede tener los gluteos cuadrados, asi que le acepto la apuesta.
- Pues toque, toque.
Total, que el inspector se los toca y resulta que son normales y mas bien redondos, asi que el tio le paga las doscientas mil pesetas al inspector.
- Pues ve lo que le digo ? Usted no puede ganar todo ese dinero haciendo apuestas, entre otras cosas porque de vez en cuando tiene que perder.
- Ya, pero es que si se compensa… por ejemplo, ve usted a toda esa gente que se esta muriendo de risa al otro lado de la ventanilla ?
Pues me he apostado con ellos un millon de pesetas a que usted me tocaba los gluteos.


Llega un borracho y pide un trago para él y sus dos sobrinos. Al mismo tiempo saca de su saco dos pollitos. El cantinero asombrado le pregunta:
- ¿Esos son sus sobrinos?
El borracho le contesta:
- Sí hoy los conocí, iba caminado por la calle cuando me empezaron a gritar: tío, tío, tío.

Un señor va por la autopista a 120 Km por hora y en el canal contrario. Entonces, un policía lo ve y lo detiene. El policía le dice:
- Lo voy a detener.
- ¿Por qué?
- Está en el canal incorrecto y va muy rápido.
- En Alemania la velocidad de los carros es ilimitada.
- Igualito lo multaré.
- ¿Por qué?
- Va en el canal contrario.
- En Alemania se puede manejar por donde se quiera.
- Eh, igualito lo multaré.
- ¿Por qué?
- Lleva las luces apagadas.
- Pero si es de día.
- Acá sí, pero en Alemania no.


Venancio y Manolo, les regalan un cochino(cerdo) a cada uno,
pero no sabían como diferenciarlos.
-Venancio, ya sé, córtale una pata a uno
y el que no tenga pata es mío y el otro es tuyo.
-En la noche, los cochinos se pelean y se quedan los dos con tres patas solamente.
-Entonces Manolo dijo:
-¡Córtale una oreja a uno y ese es mío, el que tenga dos orejas es tuyo.
-De nuevo en la noche se pelean los cerdos
y se quedan los dos sin una oreja.
- Entonces Venancio dice:
-Córtale la cola a uno y ese será mío.
-Por supuesto que en la noche se vuelven a pelear
y se quedan sin cola.
De pronto Venancio tiene una gran idea:
-¡Ya sé!, el blanco es tuyo y el negro mío.

Un lorito que viajaba en un avión, en primera clase, llama a la azafata:
- A ver, mugrienta… vení a atenderme.
- ¿Qué desea, Señor Loro? – responde ésta.
- Tráeme un whisky, guacha.
- Si Señor Loro, en un instante se lo traigo.
El señor que estaba sentado al lado del lorito aprovecha cuando se acerca la azafata a traerle el whisky, y le dice:
- Señorita ¿Y a mí podría traerme un café?
- Cuando tenga tiempo se lo traigo – Le responde la azafata de mala gana.
Media hora más tarde, el lorito vuelve a dirigirse a la azafata:
- A ver, hedionda, tráeme otro whiscacho.
- Sí Señor Loro, de inmediato se lo traigo.
- A mi tráigame por favor el café que le pedí hace media hora, señorita
- Insiste el hombre.
- Usted espere, y no me apure señor – responde la azafata malhumorada.
Media hora más tarde, el lorito vuelve a dirigirse a la azafata:
- Floja, tráeme otro whiscacho.
- Sí Señor Loro, de inmediato – musita la azafata.
- ¿Y mi café, señorita? – pregunta ya un poco enojado el hombre.
- Usted espere, señor ¿No ve que estoy muy ocupada?
Entonces el hombre, no soporta más, y le dice al loro:
- Oiga ¿Cómo hace para que lo atiendan tan bien, que le traigan tres whiskies, y yo no consigo que me traigan un miserable café?
- Muy simple señor – responde el loro – Yo se lo pido con firmeza, la trato mal, para que vea quien es el que manda, y quien el que obedece.
- ¡Ah, voy a probar con su método, a ver si funciona!
Y dicho esto, comienza a gritar:
- ¡A ver, azafata inmunda, si me traes el maldito café que te pedí hace como una hora, floja reventada!
Ante esto se acerca muy enojado el comisario de a bordo, los agarra del cogote al señor y al lorito, y los tira del avión.
Cuando los dos van cayendo, el loro le dice al hombre:
- ¡Hay que ser muy macho para ofender a la azafata y no saber volar !

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