Cosas que desaparecerán en 20 años qué ya no son necesarias
A menudo no notamos cómo desaparecen las cosas que alguna vez fueron habituales: grabadoras de video, discos, teléfonos con botones... Y esto es solo una pequeña parte de lo que recientemente se consideraba cotidiano. Pocas cosas del pasado siguen vigentes, por ejemplo, el control remoto y las llaves de metal de la puerta, pero pronto nos olvidaremos de ellos también. Este artículo te contará qué otros objetos sufrirán tal destino, y si tu empleador va a poder clonarte si es necesario.
Hoy decidi mirar hacia el futuro cercano y descubrir qué cosas tendremos que abandonar y qué aceptar.
Retrovisores:
Audi ya ha presentado un automóvil sin retrovisores, que se podrá comprar a principios de 2019. Pronto, el resto de las compañías de automóviles seguirán este ejemplo: en todos los automóviles se instalarán cámaras, y el robot a bordo advertirá sobre el peligro.
Además, serán historia la caja de cambios mecánica y los motores de gasolina. A partir de este año en todos los edificios nuevos en Inglaterra habrá estaciones para cargar vehículos eléctricos, y para 2035 se planea instalar en la población el transporte ecológico.
Controles remotos :
Cada vez más, la tecnología “inteligente” empieza ser parte de nuestra vida diaria. Todos los dispositivos pueden ser controlados con una tableta o un teléfono, por lo que los controles remotos simplemente no serán necesarios.
Efectivo y tarjetas de crédito:
En 2017, TSYS ha decidido averiguar el método de pago más popular: apenas 120 personas de 1000 encuestados expresaron una preferencia por dinero en efectivo, mientras que el resto votó a favor de la tarjeta de crédito. Pero parece que las tarjetas tampoco durarán mucho tiempo: muy pronto el pago con relojes inteligentes, teléfonos y otros dispositivos reemplazará el pago habitual con una tarjeta bancaria.
Y aún más temprano vamos a comenzar a desarrollar un conocimiento especializado de MasterCard: utilizando la tecnología de pago SelfiePay podremos pagar las compras con un... guiño. Todo lo que se requiere del usuario es hacer un guiño a la cámara frontal de su teléfono. En Europa, se podrá probar el nuevo método desde noviembre de 2018, y en Rusia a partir del comienzo de 2019.
Llaves:
En un par de décadas vamos a olvidar por completo cómo se ven las llaves de metal de un apartamento o automóvil. La tecnología de apertura de los autos mediante un botón no es nueva, pero imagina que pronto se podrá abrir el apartamento con un botón en el teléfono inteligente, comando de voz o escaneando la retina.
Cables:
Los cargadores pronto dejarán de molestar a los propietarios de teléfonos inteligentes con cables, y nadie más sacará una madeja de auriculares de su bolsillo. Todo se va a cargar gracias a ondas de radio y Wi-Fi. Los cables abandonan gradualmente nuestra vida cotidiana, haciendo que nuestro mundo sea cada vez más futurista.
Jeringas:
Esta es una noticia buena y mala al mismo tiempo. Lo bueno es que no habrá jeringas en el futuro, la mala es que en su lugar vendrán unas tecnologías nuevas, y son bastante extrañas. A los científicos se les ocurrieron dos opciones. La primera es una inyección que mete líquido a través de los poros en la piel a una velocidad que excede la velocidad del sonido; la segunda es una cápsula con pequeñas agujas dentro que se disuelve en el sistema digestivo del paciente e inyecta la sustancia en el cuerpo. ¿Es doloroso? Hasta que lo intentemos, no lo sabremos.
Servicios de entrega:
En los últimos años, cada vez más se realizan experimentos con drones que intentan reemplazar a los cadetes. En muchos países, este tipo de entrega es cada vez más popular, y podemos suponer que muy pronto la vista de un paquete volador nos resultará familiar.
Firma:
Los portadores de papel pasan a segundo plano, y los sistemas biométricos son cada vez más comunes. Los teléfonos inteligentes y los cajeros automáticos ya saben cómo reconocer a una persona, y muy pronto las firmas habituales dejarán de existir: gracias a la tecnología de reconocimiento de una persona, será suficiente mirar a la cámara de tu teléfono inteligente.
Bolsas de plástico:
Todo el mundo sabe que la descomposición de una bolsa de plástico lleva cientos de años, por lo que muchos países han prohibido el uso de polietileno y alientan a sus ciudadanos a utilizar alternativas que no dañen el medio ambiente, por ejemplo, las bolsas textiles.
Ratón de computadora:
Las tecnologías que le permiten realizar diversas operaciones con gestos y movimientos de ojos pronto reemplazarán muchas de las cosas con las que estamos familiarizados, incluido un ratón de computadora. No habrá más cursores en el medio de la pantalla, ni cables, ni baterías descargadas en un mal momento.
Hoy decidi mirar hacia el futuro cercano y descubrir qué cosas tendremos que abandonar y qué aceptar.
Retrovisores:
Audi ya ha presentado un automóvil sin retrovisores, que se podrá comprar a principios de 2019. Pronto, el resto de las compañías de automóviles seguirán este ejemplo: en todos los automóviles se instalarán cámaras, y el robot a bordo advertirá sobre el peligro.
Además, serán historia la caja de cambios mecánica y los motores de gasolina. A partir de este año en todos los edificios nuevos en Inglaterra habrá estaciones para cargar vehículos eléctricos, y para 2035 se planea instalar en la población el transporte ecológico.
Controles remotos :
Cada vez más, la tecnología “inteligente” empieza ser parte de nuestra vida diaria. Todos los dispositivos pueden ser controlados con una tableta o un teléfono, por lo que los controles remotos simplemente no serán necesarios.
Efectivo y tarjetas de crédito:
En 2017, TSYS ha decidido averiguar el método de pago más popular: apenas 120 personas de 1000 encuestados expresaron una preferencia por dinero en efectivo, mientras que el resto votó a favor de la tarjeta de crédito. Pero parece que las tarjetas tampoco durarán mucho tiempo: muy pronto el pago con relojes inteligentes, teléfonos y otros dispositivos reemplazará el pago habitual con una tarjeta bancaria.
Y aún más temprano vamos a comenzar a desarrollar un conocimiento especializado de MasterCard: utilizando la tecnología de pago SelfiePay podremos pagar las compras con un... guiño. Todo lo que se requiere del usuario es hacer un guiño a la cámara frontal de su teléfono. En Europa, se podrá probar el nuevo método desde noviembre de 2018, y en Rusia a partir del comienzo de 2019.
Llaves:
En un par de décadas vamos a olvidar por completo cómo se ven las llaves de metal de un apartamento o automóvil. La tecnología de apertura de los autos mediante un botón no es nueva, pero imagina que pronto se podrá abrir el apartamento con un botón en el teléfono inteligente, comando de voz o escaneando la retina.
Cables:
Los cargadores pronto dejarán de molestar a los propietarios de teléfonos inteligentes con cables, y nadie más sacará una madeja de auriculares de su bolsillo. Todo se va a cargar gracias a ondas de radio y Wi-Fi. Los cables abandonan gradualmente nuestra vida cotidiana, haciendo que nuestro mundo sea cada vez más futurista.
Jeringas:
Esta es una noticia buena y mala al mismo tiempo. Lo bueno es que no habrá jeringas en el futuro, la mala es que en su lugar vendrán unas tecnologías nuevas, y son bastante extrañas. A los científicos se les ocurrieron dos opciones. La primera es una inyección que mete líquido a través de los poros en la piel a una velocidad que excede la velocidad del sonido; la segunda es una cápsula con pequeñas agujas dentro que se disuelve en el sistema digestivo del paciente e inyecta la sustancia en el cuerpo. ¿Es doloroso? Hasta que lo intentemos, no lo sabremos.
Servicios de entrega:
En los últimos años, cada vez más se realizan experimentos con drones que intentan reemplazar a los cadetes. En muchos países, este tipo de entrega es cada vez más popular, y podemos suponer que muy pronto la vista de un paquete volador nos resultará familiar.
Firma:
Los portadores de papel pasan a segundo plano, y los sistemas biométricos son cada vez más comunes. Los teléfonos inteligentes y los cajeros automáticos ya saben cómo reconocer a una persona, y muy pronto las firmas habituales dejarán de existir: gracias a la tecnología de reconocimiento de una persona, será suficiente mirar a la cámara de tu teléfono inteligente.
Bolsas de plástico:
Todo el mundo sabe que la descomposición de una bolsa de plástico lleva cientos de años, por lo que muchos países han prohibido el uso de polietileno y alientan a sus ciudadanos a utilizar alternativas que no dañen el medio ambiente, por ejemplo, las bolsas textiles.
Ratón de computadora:
Las tecnologías que le permiten realizar diversas operaciones con gestos y movimientos de ojos pronto reemplazarán muchas de las cosas con las que estamos familiarizados, incluido un ratón de computadora. No habrá más cursores en el medio de la pantalla, ni cables, ni baterías descargadas en un mal momento.
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