¿Qué dice la Biblia respecto al incesto? ¿Era aprobado?
La Biblia no es solo uno de los libros más antiguos del mundo, sino uno de los más influyentes en la historia. Diversos eruditos y religiosos han estudiado sus escrituras a lo largo de los siglos. Algunos de ellos concordaron con que Dios aprobaba el incesto… pero, ¿es cierto? A continuación te lo aclaramos…
La Biblia es uno de los libros más antiguos y que mayor alcance e influencia ha tenido en la humanidad desde su creación. Traducida a más de 2.454 idiomas, sus escritos han servido de inspiración divina y han actuado como registro de la relación entre Dios y la humanidad.
No es extraño que el libro más vendido de la historia sea de igual manera el más influyente de todos los tiempos; pues, a lo largo de los siglos, muchas personas, en su mayoría seguidores y creyentes de Dios, han buscado entre las sagradas escrituras ayuda, consejo, sabiduría y conforte para actuar y sobrellevar de mejor manera su vida.
Es importante recalcar que por ser uno de los libros más significativos de la historia de la humanidad, infinidad de personas han leído e interpretado sus escritos de forma diferente; lo cual, también dependerá del enfoque con el que se quiera estudiar y analizar la información de las sagradas escrituras.
Aunado a lo establecido anteriormente, estudiosos del libro sagrado y eruditos religiosos se han dado a la tarea de analizar y estudiar a profundidad los escritos de la Biblia. Entre tantos descubrimientos, análisis e interpretaciones, han descubierto historias de incesto en los escritos del Génesis, Éxodo y Samuel…
Caín y su esposa
Génesis 4: 16-17: “Caín se fue de la presencia de Yavé y habitó en el país de Nod, al oriente del Edén. Caín tuvo relaciones con su mujer, la cual dio a luz un hijo, al que llamó Henoc. Construyó una ciudad y la llamó Henoc, con el mismo nombre de su hijo”.
Es bien conocido que Caín fue el primer hijo de Adán y Eva, seguido de Abel. Este último fue asesinado por Caín y como castigo, Dios lo envía al oriente de Edén, donde se casa con una mujer y comparte el lecho con ella. Como conclusión y por lógica, al ser Adán y Eva los primeros humanos en el mundo y de donde provinieron todos los demás humanos, la esposa de Caín era su hermana. Sin embargo, las primeras relaciones amorosas tenían que ser incesto; para así, poblar el planeta.
Najor y Milcá
Génesis 20: 26-29: “Taré a los 70 años fue padre de Abraham, de Najor y de Harán. Esta es la descendencia de Taré: Taré fue padre de Abraham, de Najor y de Harán. Harán fue padre de Lot. Harán murió en Urde Caldea, su tierra natal antes que su padre Taré. Abraham y Najor se casaron. La esposa de Abraham se llamaba Saray, y la de Najor… Milcá, hija de Harán, que era padre de Milcá y de Jisca”.
Para que se entienda mejor, Milcá era hija de Harán, esta última se casó con Najor, hermano de Harán, es decir, su tío.
Lot y sus hijas
Génesis: 19: 31-36: “Entonces dijo la hija mayor a la menor: «Nuestro padre está viejo y no ha quedado ni un hombre siquiera en esta región que pueda unirse a nosotras como se hace en todo el mundo. Ven y embriaguémoslo con vino y acostémonos con él. Así sobrevivirá la familia de nuestro padre». Y así lo hicieron aquella noche, y la mayor se acostó con su padre, quien no se dio cuenta de nada, ni cuando ella se acostó ni cuando se levantó.
Al día siguiente dijo la mayor a la menor: «Ya sabes que me acosté anoche con mi padre. Hagámosle beber vino otra vez esta noche y te acuestas tú también con él, para que la raza de nuestro padre no desaparezca». Le hicieron beber y lo embriagaron de nuevo aquella noche, y la hija menor se acostó con él. El padre no se dio cuenta de nada, ni cuando ella se acostó ni cuando se levantó. Y así las dos hijas de Lot quedaron embarazadas de su padre”.
Tanto Lot como sus dos hijas se encontraban viviendo en una cueva cuando todo esto sucedió, pues los tres se encontraban huyendo de Sodoma y Gomorra, tierras que fueron castigadas por Dios.
Abraham y Sara
Génesis 20: 12-13: “Pero es verdad que es mi hermana, pues es hija de mi padre, aunque no de mi madre, y ha pasado a ser mi esposa. Desde que los dioses me han hecho caminar de un lado para otro, lejos de mi patria le dije: «Tú me harás el favor de decir, en cualquier lugar donde lleguemos, que soy tu hermano»”.
Dios ya había aprobado esta relación. Sara había sido arrebatada de Abraham por el rey Abimelec; sin embargo, Dios le habló en sueños al rey y le dijo que debía regresar a Sara con su esposo o sería severamente castigado.
Amirán y Yokebed
Éxodo 6:19-20: “Hijos de Merarí: Majlí y Musí. Estos son los descendientes de Leví según sus familias. Amirán se casó con su tía Yokebed, la cual le dio dos hijos: Aarón y Moisés. Amirán vivió 137 años”.
Es importante destacar que el Moisés mencionado en estos versículos, es el mismo al que Dios le confió los diez mandamientos.
Amnón y Tamar
2 Samuel 13: 1-2: “Poco después aconteció esto: Absalón, hijo de David, tenía una hermana que era muy bella y que se llamaba Tamar; Amnón, otro hijo de David, se enamoró de ella. Amnón se atormentaba de tal forma que hasta enfermó pensando en su media hermana Tamar; esta era virgen y Amnón no veía cómo podría hacer algo con ella”.
2 Samuel 13: 8-14: “Tamar fue a casa de su hermano Amnón que estaba en cama, preparó la masa, la sobó y ante la vista de él moldeó unos pastelillos que puso a cocer. Tomó después la sartén y la vació delante de él, pero él no quiso comer sino que dijo: «Que salgan todos afuera», y salieron todos. Amnón dijo entonces a Tamar: «Trae la comida a la pieza para que la reciba de tus manos». Tamar tomó los pastelillos que había preparado y se los llevó a su hermano Amnón a su pieza. Cuando ella se los presentó, la agarró y le dijo: «Hermana mía, ven a acostarte conmigo». Pero ella le respondió: «No, hermano mío, no me tomes a la fuerza, pues no se actúa así en Israel. No cometas esta falta. ¿A dónde iría yo con mi vergüenza? Y tú serías como un maldito en Israel. Habla mejor con el rey, que no se negará a darme a ti». Pero él no quiso hacerle caso, la agarró a la fuerza y se acostó con ella”.
Absalón fue el primero en enterarse de lo sucedido. Posteriormente, lo supo el rey David, pero este decidió no hacer nada al respecto, pues Amnón era su hijo preferido por ser el mayor.
No obstante, tiempo después, Amnón pagaría por lo que hizo a manos de Absalón.
¿Dios permitía el incesto?
Con el inicio de la humanidad, Adán y Eva tenían la tarea de multiplicarse y poblar la Tierra; por ende, podría concluirse que Dios estaba de acuerdo con las relaciones incestuosas… sin embargo, esto no es así, puesto que en Levítico 18: 6-18, Dios ordena en contra de ellas y en Levítico 20: 11, 12, 14, 17 y 20 aclara cuáles serían los castigos para aquellas personas que cometieran el pecado de esta actividad.
Las leyes del incesto fueron otorgadas por Dios a Moisés. Todo acto incestuoso antes de la existencia de estas leyes era “permitido” con el objetivo de poblar al planeta, puesto que en los primeros días de la humanidad, la posibilidad de obtener anormalidades genéticas no era un riesgo, debido al hecho de que el código genético humano estaba relativamente libre de defectos y los seres humanos eran mucho más fuertes físicamente.
“Es importante distinguir entre las relaciones incestuosas antes de que Dios ordene en contra de ellas y el incesto que ocurrió después de que los mandamientos de Dios fueron revelados. Hasta que Dios ordenó contra esto, no fue incesto. Se estaba casando con un pariente cercano. Es innegable que Dios permitió el «incesto» en los primeros siglos de la humanidad. Como Adán y Eva eran los únicos dos seres humanos en la tierra, sus hijos e hijas no tenían más remedio que casarse y reproducirse con sus hermanos y parientes cercanos. La segunda generación tuvo que casarse con sus primos…
La genética no fue un problema en los primeros siglos de la humanidad, y los matrimonios que se produjeron entre los hijos de Adán y Eva, Abraham y Sara, y Amirán y Yokebed no fueron búsquedas egoístas de gratificación sexual o abusos de autoridad; en consecuencia, esas relaciones no deben ser vistas como incestuosas”, declaró en su blog el pastor
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