Conoce la historia del profesor que enseñó por 17 años sin saber leer ni escribir

Parece algo imposible, pero este hombre explicó cómo lo hizo para que nadie se diera cuenta.

John Corcoran ejerció la docencia alrededor de 17 años en Estados Unidos, en el Estado de Nuevo México, donde alternó en materias como ciencias sociales, educación física  y computación.

La comunidad en la cual se desempeñaba, lo estimaba y 

respetaba. Sin embargo, por años guardó un secreto: nunca 

aprendió a leer ni a escribir.

“Recuerdo el miedo que sentía cada día. No podía ni leer la 

lista. Tenía que pedirle a los estudiantes que pronunciaran 

sus nombres en voz alta”, afirmó en declaraciones al medio 

británico BBC.

Y en aquel contexto Corcoran ideó una serie de tácticas para 

evitar ser detectado.

“Identificaba siempre a dos o tres estudiantes que podían leer 

y escribir mejor que el resto, y les pedía que fueran mis 

asistentes. No sospechaban nada. Nadie sospecharía 

algo así de un profesor”, añadió.

Mientras que en la universidad sus propios compañeros le 

ayudaban con los trabajos, pruebas de selección multiplique 

o los exámenes. Incluso un amigo, puesto que la sala donde 

estudiaba era en un primer piso, le ayudaba desde afuera 

pasándole una hoja para que completara todo por él.

Cambio radical en su carrera y reconocimiento del tema

Después de ser docente cambió radicalmente de profesión. 

Pasó de ser profesor a un exitoso corredor de propiedades 

gracias a su carisma y contactos.

“Algunas veces me sentía como un buen profesor, porque trabajaba duro y me importaba lo que hacía. Pero estaba equivocado. No pertenecía a la sala de clases. No debía haber estado ahí, y lo que hacía me enojaba todo el tiempo. Pero me sentía atrapado, como que no le podía decir a nadie”, señaló al mismo medio.

En 1976, años después de dejar su primer trabajo, decidió aprender a leer y confesó su secreto en un discurso público, en el cual admitió que durante bastante tiempo desarrolló su labor de aquella manera.

Su historia fue difundida con el propósito de motivar a las personas a vencer el analfabetismo. Y, posteriormente, en 1994, escribió un libro titulado “El profesor que no podía leer”.

Fue parte del Instituto Nacional para el Alfabetismo y después creó su propia fundación, llamada John Corcoran Foundation, dedicada a ayudar a niños con problemas de este tipo.