¿Sabías que servir el champán en una copa inclinada le da un sabor óptimo?
¿Has tenido la dicha de probar el champán? Descubre un nuevo secreto que le da un sabor más óptimo.
Según un estudio realizado por investigadores franceses, servir el champán bien frío en una copa inclinada es la mejor manera de conservar su efervescencia óptima y preservar todo su sabor.
Los expertos, dirigidos por el enólogo químico Gérard Liger-Belair, de la Universidad de Reims Champagne-Ardenne, confirmaron científicamente por primera vez la importancia de servir el champán bien frío para optimizar el gusto y afirmaron que la temperatura ideal es de 4 grados.
Los científicos, que publicaron sus trabajos en la última edición del Journal of American Agricultural and Food Chemistry de la Sociedad Estadounidense de Química, determinaron que las burbujas son la esencia del champán, del vino espumoso y de la cerveza.
Investigaciones anteriores habían demostrado que las burbujas que se forman en el momento en que se liberan grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) disuelto permiten transferir el gusto a las papilas gustativas. Y desde hace tiempo, los investigadores sospechaban que la manera de servir el champán en la copa tenía una influencia importante sobre su nivel de CO2 y, por ende, sobre su nivel de calidad. Es decir, cuanto más se conserva el CO2 -o las burbujas en el champán-, mayor es el gusto que se percibe.
Pero ningún estudio había confirmado esta hipótesis. Para hacerlo, los autores calcularon las pérdidas de CO2 a partir de dos métodos diferentes de servir el champán. El primero consistió en servir el champán en una copa apoyada de manera recta y el segundo en una copa inclinada. Cuando la copa está inclinada, el champán cae más lentamente, lo que permite conservar dos veces más las burbujas de CO2.
Además, los investigadores confirmaron que un champán bien frío contribuye a reducir las pérdidas de CO2.
Así que todos ya sabemos, si algún día nos toca servir el champán hagámoslo como dicen los expertos. (planeta curioso)
Según un estudio realizado por investigadores franceses, servir el champán bien frío en una copa inclinada es la mejor manera de conservar su efervescencia óptima y preservar todo su sabor.
Los expertos, dirigidos por el enólogo químico Gérard Liger-Belair, de la Universidad de Reims Champagne-Ardenne, confirmaron científicamente por primera vez la importancia de servir el champán bien frío para optimizar el gusto y afirmaron que la temperatura ideal es de 4 grados.
Los científicos, que publicaron sus trabajos en la última edición del Journal of American Agricultural and Food Chemistry de la Sociedad Estadounidense de Química, determinaron que las burbujas son la esencia del champán, del vino espumoso y de la cerveza.
Investigaciones anteriores habían demostrado que las burbujas que se forman en el momento en que se liberan grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) disuelto permiten transferir el gusto a las papilas gustativas. Y desde hace tiempo, los investigadores sospechaban que la manera de servir el champán en la copa tenía una influencia importante sobre su nivel de CO2 y, por ende, sobre su nivel de calidad. Es decir, cuanto más se conserva el CO2 -o las burbujas en el champán-, mayor es el gusto que se percibe.
Pero ningún estudio había confirmado esta hipótesis. Para hacerlo, los autores calcularon las pérdidas de CO2 a partir de dos métodos diferentes de servir el champán. El primero consistió en servir el champán en una copa apoyada de manera recta y el segundo en una copa inclinada. Cuando la copa está inclinada, el champán cae más lentamente, lo que permite conservar dos veces más las burbujas de CO2.
Además, los investigadores confirmaron que un champán bien frío contribuye a reducir las pérdidas de CO2.
Así que todos ya sabemos, si algún día nos toca servir el champán hagámoslo como dicen los expertos. (planeta curioso)
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