Extrañas enfermedades: la Prosopagnosia o incapacidad para reconocer rostros
En nuestros días, con algunas píldoras, un simple
tratamiento a seguir y algunos días en la cama es suficiente
para terminar con numerosas enfermedades. Otras pueden
requerir de algunos tratamientos más complejos, una
internación o quizás una intervención quirúrgica, así como
más tiempo y paciencia. Finalmente, existen otras que
aunque se traten con todos estos elementos, no siempre es
suficiente, lo cual despierta gran curiosidad y muchas
interrogantes en el ambiente médico. Hoy te presentamos
una extraña enfermedad: La Prosopagnosia.
La Prosopagnosia (del griego πρόσωπον: aspecto, y de
ἀγνωσία: desconocimiento) es una forma específica de
agnosia visual, caracterizada por una incapacidad de
reconocer los rostros. El término fue acuñado en 1947 por el
médico Joachim Bodamer, quien la definió en los siguientes
términos: “Es la interrupción selectiva de la percepción de
rostros, tanto del propio como del de los demás, los que
pueden ser vistos pero no reconocidos como los que son
propios de determinada persona”.
Si bien suele presentarse en quienes han sufrido de alguna
lesión cerebral, también puede manifestarse en individuos
que parecen sanos.
El año 1990, la Prosopagnosia fue reconocida como un
trastorno médico.La Universidad de Harvard, tiene un centro
dedicado a su estudio. Popularmente, se conoce a esta
condición con el nombre de Faceblindness o Ceguera de
Rostros. Quienes la padecen, son incapaces de construir un
rostro en su mente tras observar sus rasgos distintivos:
Boca, ojos, nariz, pelo, justamente las características que
nos hacen recordar a alguien.
Existen diferentes grados de Prosopagnosia y, en los casos
más graves, son incapaces de visualizar en su cerebro
cualquier rostro, incluido el propio. Muchas veces va
asociado a otros problemas neurológicos.
Hay Prosopagnosias congénitas, es decir se nace con ellas
y, también adquiridas, ya sea por un accidente, derrame
cerebral o enfermedad degenerativa. Quienes nacieron con
ella, no se dan cuenta que otros capaces de reconocer
rostros y suelen pensarse olvidadizos.
La frecuente ignorancia de los enfermos sobre su déficit y la
posibilidad de compensar el déficit de percepción hasta un
cierto grado mediante eficiencia del aprendizaje, condujo a
que por mucho tiempo se considerara que la prosopagnosis
era una enfermedad extremadamente rara. Investigaciones
recientes presumen que 2.5 % de la población padecen de
la enfermedad. No existe ningún tratamiento para
este trastorno neurológico,
pero varios estudios se están llevando a cabo, buscando
una forma de entrenar al cerebro para interpretar las \
señales propias de un rostro humano. (Fuente: Wikipedia)
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