10 Datos reales que a primera vista parecen mentira.Increible

   


La Universidad de Oxford tiene más años que el imperio azteca 

Oxford empezó su actividad educativa en 1096, mientras que Tenochtitlan azteco fue fundado en 1325. Esto significa que Oxford es 200 años más grande. 





Al jurarse lealtad o dar una promesa, hay que cruzar los meñiques. Este gesto significa que la persona que rompa la promesa, tendrá que cortarse el dedo. 


El gesto proviene de Japón. Haciéndose promesas, los niños se agarran de los meñiques y dicen esta frase: "Te doy promesa de meñique que si miento, tragaré mil agujas, te lo juro". 
En realidad, desde la época de Edo (1603-1868) los clanes de bandidos tenían la costumbre de probar su lealtad cortándose el meñique derecho. Después, los niños lo convirtieron en un juego. 






En Júpiter y Saturno llueve diamantes 


En estos dos planetas gaseosos puedes ver un verdadero cielo en diamantes. Según afirman los científicos, la presión adentro de estos planetas gigantes puede convertir fácilmente un carbón en diamante. 
Primero los rayos globulares convierten el metán en carbón, el cual se pone duro mientras se cae y en 1600 kilómetros se convierte en trozos de grafito (el que se encuentra en los lápices), y en otros 6000 kilómetros esos cúmulos se convierten en diamantes. 



                    


Por cada persona en el mundo hay más de 1,6 millones de hormigas 

Según los cálculos de mirmecólogos, en el mundo viven de 1 a 10 cuatrillones de hormigas. Por cada persona existen más de 1 millón de estas criaturas, y su masa total aproximada es igual a la masa de todas las personas juntas. 



     



En todo el mundo hay más flamencos artificiales que auténticos 


Los flamencos son aves muy raras. Son tan bellas que la gente quiere verlas en su patio trasero o en su casa de campo. Por eso en el mundo existen varias veces más flamencos artificiales que vivos. Se calcula que existen 2-3 millones de aves vivas, mientras que sus dobles de plástico son casi 1 mil millones. 



  


Las fresas no son bayas 

Lo que pasa es que la "baya" de fresa no es su fruto. Solo es un receptáculo en cuya superficie se ubican sus verdaderos frutos: los pequeños puntos verdes. Probablemente vayas a necesitar mucho tiempo para acostumbrarte a la idea. 






                       



Y los plátanos son bayas 


Nuevamente el mundo se voltea de pies a cabeza. En términos botánicos, la palmera de plátano, en sí, es como una "hierba" gigante, y los plátanos son sus bayas. Según su definición, una baya es un fruto pulposo con semillas. Justo lo que son los plátanos. 









Los pirosomas son unos gusanos huecos de 30 metros que viven en el océano 

A estas criaturas se les dice "unicornio de mar". Son tan raras que solo se han visto algunas veces. Los pirosomas lucen como gusanos gigantes transparentes y huecos que consisten de muchos otros organismos fosforescentes que producen copias exactas de sí mismas. Se cree que pueden alcanzar el tamaño de una ballena. 




              


Mitrídates VI no pudo envenenarse porque era inmune al veneno 


Mitrídates VI (rey de Ponto) desde la infancia consumía dosis pequeñas de mezclas de plantas venenosas para desarrollar la inmunidad hacia los venenos. Durante una rebelión, los romanos querían hacerlo su prisionero, por lo tanto Mitrídates intentó envenenarse a sí mismo pero sin éxito alguno. Tenía inmunidad a la mayoría de los venenos conocidos. ¡Qué ironía! 







Si viviéramos en la oscuridad total, podríamos estar despiertos 36 horas seguidas y para dormir bien, necesitaríamos 12 horas 


¿Cuántas horas duraría un día para una persona que vive "fuera del tiempo", es decir, sin posibilidad alguna de determinar la hora del día según la posición del sol? 
De 1964 a 1972, el espeleólogo francés Michel Siffre llevó a cabo varios experimentos, entre ellos, sobre sí mismo. Se ubicó en un búnker equipado, que no contaba con la luz del sol, tenía una temperatura y humedad constante y un silencio total. Pasó en esas condiciones algunos meses. 
Los resultados del experimento mostraron que su reloj biológico cambió: necesitaba 36 horas de vigilia y 12 horas de sueño. Luego se repitió el experimento con otros participantes, los resultados fueron los mismos