6 inventos cuyo uso cotidiano es totalmente distinto al previsto por sus creadores
Varios de los productos con más éxito en el mercado ni siquiera fueron creados originalmente para su uso actual. Estos son 6 de los más importantes y sorprendentes casos.
1. Coca-Cola medicinal
El farmacéutico y soldado estadounidense John Pemberton, contrajo una fuerte adicción a la morfina a causa de las heridas que sufrió durante la guerra civil. En un experimento, mezcló vino con cocaína y su ayudante accidentalmente dejo caer agua carbonatada en la mezcla, naciendo la espumosa bebida.
2. Toallas sanitarias curativas
En 1914, la empresa Kimberly-Clarck inventó un material llamado celucotto, que era 5 veces más absorbente que el algodón de uso quirúrgico. En 1917, EE. UU entró en la Primera Guerra Mundial y las enfermeras del ejército se dieron cuenta que podían usar el material como absorbente durante la menstruación. La empresa se hizo millonaria con un uso que no había previsto.
3. Papel tapiz de burbujas
En 1957, Alfred W. Fielding y Marc Chavannes creyeron haber tenido una innovadora idea cuando crearon un papel de burbujas de aire para forrar las paredes de las casas, pero nadie compró la aplicación que parecía absurda y poco estética. En 1960, la empresa Sealed Air Corp comenzó a comercializar el plástico como amortiguador para golpes, amasando una inmensa fortuna en el negocio de embalaje.
4. Bolsas de té deliv
En 1908, un comerciante de té comenzó a enviar el producto en pequeñas bolsas por motivos de marketing, sin haber pensado en facilitar la preparación. Quizá por el ingenio de alguien o por accidente, las bolsitas fueron introducidas en agua caliente, cambiando para siempre el modo de preparar la popular infusión.
5. Viagra contra la tensión
La milagrosa pastilla azul tan apreciada por el sexo masculino, fue creada por científicos del Hospital Morrison de Gales, con el propósito de contrarrestar la hipertensión arterial. No cumplió con eficacia su objetivo original, pero durante las evaluaciones se observó que uno de sus efectos secundarios era un incremento notable en el flujo sanguíneo del pene.
6. Microondas para el radar
En 1945, el ingeniero estadounidense Percy Spencer estaba probando un magnetrón, un tubo que era utilizado en la generación de las señales de radio de microondas para el funcionamiento de los radares. Para su sorpresa, vio que un chocolate que tenía en su bolsillo se había derretido, naciendo el práctico electrodoméstico.
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