10 situaciones que dieron origen a expresiones populares #1
#1 | Dar pie a un asunto
Esta frase proviene de la acción de ayudar a alguien para que montara un caballo. Se ofrecían las manos entrelazadas para que el jinete colocara su pie y se impulsaba para subir al animal.
#2 | Esto me da mala espina
Algunos dicen que se hace referencia a la corona de espinas que fue colocada en la cabeza de Jesucristo, por lo que esta acción le resulto muy incomoda.
#3 | De chiripa
Tiene su origen de la palabra “Serendipia” nombre árabe de la antigua isla de Ceilán, (ahora Sri Lanka). En el cuento de “Simbad el marino” los problemas en ese lugar se solucionaban por “serendipia”, es decir, de manera inesperada y por casualidad.
#4 | De esta agua no beberé. Se relaciona con las vivencias que tiene un borracho que, pese a prometer día tras día que ya no beberá alcohol, termina ahogándose con la bebida.
#5 |De su puño y letra
Personas de alto rango tenían un anillo con un sello que los distinguía y para firmar un documento presionaban con su puño el anillo sobre una pasta. La letra se refiere al escrito que hacían con su mano, posteriormente aplico a la firma que también hacían con la mano.
#6 | Se divierten como enanos
En una corte real, las personas de baja estatura eran contratadas como bufones y tenían la obligación de estar siempre contentos para hacer reír al rey. Tenían que aguantar las humillaciones con un rostro sonriente, así que era extraño verlos tristes en su labor.
#7 | Dormir a pierna suelta
Antiguamente se colocaban grilletes a los tobillos de los presos para que así no pudieran escapar. Pero algunos tenían tan buena conducta, que se les permitía dormir sin estar sujeto a una cadena, así podían dormir con su pierna suelta.
#8 | Dormir en sus laureles
En Roma, se hacía una fiesta en honor al triunfo de un general, un funcionario de gobierno o un gladiador y se le colocaba una guirnalda de laureles. Ya pasadas algunas horas, el festejado terminaba tan cansado que se quedaban dormidos con su guirnalda puesta.
#9 | En un santiamén
Las antiguas oraciones cristianas que se pronunciaban en latín, terminaba con la frase “In nomine Patris, et Filius, et Spiritus Sancti. Amen”. Pero para acabar pronto con el rezo se empezó a decir tan rápido que las últimas palabras “Sancti. Amen” ya sonaban como “Santiamén”.
#10 | Al lucero del alba
Hace referencia al planeta Venus, ya que, al amanecer se puede contemplar este planeta en el cielo y por eso también se le llamaba “estrella de la mañana”. Sin embargo, este mismo planeta también se puede observar al atardecer.
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