Historia de la bandera de Japón
La bandera de Japón es un símbolo del país, el más importante junto al escudo y su himno nacional. Físicamente hablamos de una bandera rectangular en tela blanca con un gran disco rojo en el centro que representa el sol. Es conocida como Nisshoki en japonés, aunque oficialmente es conocida como Hinomaru. Fue adoptada finalmente como bandera oficial en 1999, cuando se promulgó la Ley de la Bandera Oficial y el Himno. Aunque el origen de esta bandera es desconocido, podemos decir que hay un sinfín de hechos históricos y tradiciones que nos hacen entender un poco mejor el diseño.
Por ejemplo, hay que recordar que Japón ha sido conocida históricamente, en un sinfín de textos antiguos, como la tierra del sol naciente. Asimismo, también es simbólico que la familia imperial esté relacionada fuertemente con el astro rey, pues el mito de la creación de Japón asegura que esta gran nación fue fundada por descendientes de la diosa Amaterasu, la diosa del sol.
De hecho, en el año 607 se encontró correspondencia oficial que era encabezada con un “del emperador del sol naciente”. Se trataba de un mensaje enviado por el Emperador Yangdi, de la dinastía Sui. Así pues, la bandera de Japón contiene en su diseño una gran carga simbólica.
Por otra parte, esta bandera ha suscitado un sinfín de polémicas. Al parecer, el pueblo tenía una percepción un tanto negativa de ella. Algunos japoneses la asociaban al militarismo japonés, así como a episodios bastante oscuros como la Segunda Guerra Mundial.
Además, una gran parte de la población considera que esta bandera es símbolo de ultranacionalismo y de imperialismo, dando lugar a que en muchas ocasiones se denuncie el abuso de su exposición. No obstante, no todo son críticas ya que otra parte de la población sí que respeta y venera esta bandera.
Sea como sea, la bandera de Japón o Hinomaru es, a día de hoy, un símbolo poderoso que habla de la historia del país y que lo representa ante el resto del mundo.
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