¿Qué significan las estrellas en un hotel?
La tradición detrás de la clasificación
La tradición de clasificar a los hoteles según estrellas se afianzó sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX, pero tal parece que se trata de una costumbre que se remonta a un pasado algo más lejano.
La primera clasificación de este tipo de la que se tiene noticia le corresponde a la escritora inglesa Mariana Starke.
Starke empezó a realizar una serie de listas sobre las actividades que valían la pena hacer, para la sociedad inglesa, a finales del siglo XVIII. Posteriormente, el británico John Murray adoptaría esta clasificación con estrellas, pero para dedicarla exclusivamente a los hoteles.
Ya en 1958 aparece la Forbes Travel Guide, la primera guía hotelera con valoración estimada en estrellas.
Sin embargo, a pesar de los años y la importancia que tiene este sistema, aún no existe un estándar internacional para elegir el valor de cada estrella. Hasta ahora los gobiernos nacionales, en conjunto con las organizaciones privadas, suelen ser los que eligen los criterios para determinar cada puesto.
¿Qué significa cada estrella?
La buena noticia es que no son tan grandes las diferencias entre un país y otro al momento de clasificar sus hoteles con estrellas. Por esto nos adentraremos en este sistema, usando como referencia la tabla de valores empleada en la Unión Europea.
Una estrella: esta es la denominada clase turista. En este caso la habitación cuenta con baño propio y limpieza diaria, además de un número mínimo de muebles.
Dos estrellas: corresponde a la clase clasificada como estándar. Posee desayuno, servicio de toallas, artículos de higiene personal, televisión, y la posibilidad de cancelar los servicios solicitados mediante tarjeta de crédito.
Tres estrellas: a las opciones de hospedaje que entran dentro de esta clasificación se les conoce como hoteles de confort. Estos disponen de habitaciones con un mayor número de comodidades, restaurantes, gimnasios, Internet y hasta despertador.
Cuatro estrellas: aquí los hoteles son de primera clase, habitaciones lujosas con mini bares y más, servicio a la habitación las 24 horas, variedad de restaurantes y todo en condiciones excelentes.
Cinco estrellas: el último escalón de la clasificación, reservado para hoteles de lujo. Estos suelen ofrecer habitaciones con materiales de primera, bares ilimitados, Internet de gran velocidad, restaurantes gourmets, spas, gimnasios, piscinas y hasta servicio poliglota.
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