Hipertimesia: el síndrome de las personas que pueden recordar todos los días de su vida

 



La mayoría de personas pueden recordar con precisión cada detalle de la semana en curso: a dónde fueron, cómo iban vestidos, qué comieron y los sentimientos que los acompañaron durante los últimos días.

Esta claridad para evocar el pasado inmediato se desvanece conforme pasan los días, semanas y meses, al grado que resulta casi imposible recordar los sucesos del fin de semana de hace tres meses o el clima de los últimos tres viernes.

Excepto cuando se trata de eventos con un profundo impacto emocional. En este caso, la mayoría puede recordar con precisión fotográfica qué estaba haciendo cuando nació su hijo, el momento en que ocurrió un desastre natural o el día de su boda, sin importar que hayan pasado décadas.

Esta habilidad de la memoria autobiográfica es conocida como recuerdos flashbulb por su nitidez, pero… ¿qué pasaría si pudieras evocar cualquier momento de tu vida con la misma lucidez?

La respuesta está en la hipertimesia, un síndrome que sufre un grupo minúsculo de personas a nivel mundial, que consiste en una habilidad extraordinaria para recordar cada día de su vida a detalle.

Las personas con hipertimesia pueden recordar sin problema qué hicieron exactamente todos los días de su vida a partir de su organización en el calendario. Por ejemplo, pueden recordar qué sucedió cada 29 de noviembre desde su adolescencia, o responder a preguntas tan vagas como el día exacto que vieron una película en el cine o en qué asiento del autobús se sentaron de regreso a casa.

Contrario a la opinión popular, la hipertimesia no parece tener relación con la inteligencia (los pocos casos conocidos y estudiados demuestran una inteligencia media), las calificaciones sobresalientes en la escuela o una habilidad sobresaliente para hacer cálculos complejos.

Como cualquier persona, los hipertimésicos también pueden olvidarse fácilmente de su teléfono celular al salir de casa o de algún pendiente en el trabajo o la escuela. Además, su capacidad de evocación no es infalible y como todos, pueden tener falsos recuerdos anidados.

En realidad, su habilidad se basa en una memoria autobiográfica muy superior (HSAM, por sus siglas en inglés) que les permite recordar cada día de su vida desde que tienen uso de razón, especialmente la información personal y de su interés.

Jill Price, la paciente cero

Las razones que influyen en esta condición siguen siendo un misterio, pues la hipertimesia se comenzó a estudiar en el año 2000 y fue diagnosticada por primera vez en 2013.

El caso más popular es el de Jill Price, una mujer de Los Angeles que se convirtió en la primera persona hipertimésica estudiada por la ciencia. Cansada de su habilidad para recordar con solo pensar en una fecha, Price escribió a James McGaugh, neurobiólogo de la Universidad de California en Irvine para contarle de su extraordinaria capacidad de memoria autobiográfica.

Tras cinco años de pruebas, McGaugh y su equipo confirmaron lo que Price daba por hecho desde la primera vez que solicitó ayuda: el cerebro de Jill es como un diario mental del que puede leer cada página y regresar cuando sea necesario para evocar cada detalle. Ella tiene la capacidad de recordar cada día de su vida desde 1980, cuando cumplió 12 años.

Y aunque vivir con hipertimesia puede parecer un don, la mayor parte del tiempo los recuerdos llegan sin ser evocados y pueden ser tan nítidos, que incluyen sensaciones, olores, sabores y sonidos con solo pensar en una fecha o encontrarse con ella en su vida cotidiana.

De ahí que la mayoría de casos documentados (sólo existen 60 personas diagnosticadas en la actualidad) acuda a consulta tras desarrollar conductas obsesivas que les arrebatan su tranquilidad o les provocan estrés y dolores de cabeza constantes.

Los estudios más recientes apuntan a que la hipertimesia depende de la intensidad de sus conexiones cerebrales y es probable que esté relacionada con un tamaño mayor del lóbulo temporal del cerebro, aunque esta característica no se cumple en todos los casos.

Otra teoría sugiere que esta habilidad no depende de una condición anatómica, sino del entrenamiento constante del cerebro y por lo tanto, podría ser una capacidad aprendida si se refuerzan las memorias cotidianas, tal y como ocurre con los recuerdos flashbulb.

Aprender más de la memoria de las personas con hipertimesia ayudará a conocer cómo funciona el cerebro e incluso desarrollar estrategias que en el futuro se prueben como terapias contra la demencia.

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