Historia del origen del buceo
La relación entre el hombre y el mar tiene miles de años y el origen del buceo lo encontramos cuando repasamos esa línea temporal. Nuestra especie ha estado zambulléndose en el agua desde hace siglos, conteniendo la respiración y desarrollando técnicas de nado para asegurarse comida.
Con el tiempo se han ido mejorando ciertas técnicas y en la medida en que la sociedad humana ha ido desarrollando tecnologías muchas se han aplicado a la exploración submarina en primera persona, dando lugar al origen del buceo.
Origen del buceo
Hubo pueblos que se destacaron de otros en estas lides, los griegos y los romanos, por ejemplo, pero caído el Imperio durante la Edad Media las profundidades marinas perdieron interés. Salvo excepciones, como la del genial Leonardo Da Vinci, nadie pensó mucho en cómo el hombre podría moverse bajo el agua sin subir a respirar.
A los primeros inventos para solucionar esto se fueron sumando otros pero el antecedente mas común es la campana. La campana forma al descender una cámara de aire que permite la buzo respirar varias veces. Hubieron varias campanas a todo lo largo del siglo XVII, especialmente. Pero los mayores avances en la tecnología del buceo tienen lugar en el siglo XIX.
El tamaño de la campana, hasta entonces enorme, se reduce hasta ser un casco al que llegaba aire mediante un conducto desde la superficie: la escafandra. Después llegaría el traje impermeable, a medida que la tecnología permitía pensar en nuevas telas.
Otro paso importante en el origen del buceo que conocemos hoy en día lo dieron los franceses, Denayrouse y Rouquayrol, quienes en 1860 idearon el aeróforo, un depósito de aire comprimido que permitía una breve autonomía.
El boom del buceo
El gran éxito para el buceo llegó con el siglo XX. Fue de nuevo un francés quien retomo la idea de la autonomía de aire e ideo una botella de acero y un sistema de visión con máscara. Pero como no tenía algo que controlara su consumo el aire duraba poco y terminó perdiendo popularidad. Las cosas cambiarían definitivamente en los años ’40.
Entonces, tres franceses más, entre ellos Jacques Cousteau, probaron la escafandra automática en las aguas de la Costa Azul: este aparato tenía un regulador que daba aire a presión ambiente, aire comprimido en una botella. Esto permitía descender mas metros y poder respirar. Podríamos decir que ahí nace el buceo moderno pues a partir de entonces los inventos han sido mas eficientes y revolucionarios.
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