Chistes, chistes y mas chistes..........

   


Un marinero y un pirata se encuentran en un bar y se empiezan a contar sus aventuras en los mares. El marinero nota que el pirata tiene una pierna de palo, un gancho en la mano y un parche en el ojo y le pregunta al pirata: “¿Y cómo terminaste con esa pierna de palo?”
El pirata le responde: “Estabamos en medio de una tormenta y una ola me tiró al mar, caí entre un montón de tiburones. Mientras mis amigos me subían un tiburón me arrancó la pierna de un mordisco.”
“!Guau!”, replicó el marinero. “¿Y qué te pasó en la mano, por qué tienes ese gancho?” “Bien….” respondió el pirata, “estabamos abordando un barco enemigo y mientras luchábamos con nuestras espadas contra los otros marineros, un enemigo me cortó la mano.”
“¡Increíble!”, dijo el marinero, “¿Y qué te paso en el ojo?”
“Una paloma que iba pasando y me cayó excremento en el ojo.”
“¿Perdiste el ojo por un excremento de paloma?”, replicó el marinero incrédulamente.
“Bueno…”, dijo el pirata, “era mi primer día con el gancho.”



Este era una vez que un señor llega borracho a su casa a las 4 de la mañana, y como no tenía llave se dirigió al patio de su casa, de repente ve que el perro de su casa tiene un lorito muerto en la boca, y el tipo dice:
¡Dios mío!, si es el lorito de la señora del lado.
Al señor le dio pena y puso al lorito en la jaula de la vecina y se acuesta a dormir. Al otro día se despierta y ve que su esposa está llorando y le pregunta:
¿Amor, por qué estas llorando?
Y le dice su esposa:
Es que se murió la vecina del lado.
Y dice el esposo:
Cómo va a ser, si ayer la vi bien y en perfectas condiciones.
Y le dice la esposa:
Es que le dio un infarto esta mañana. Porque ayer había enterrado al lorito que se le murió y se le apareció en la jaula esta mañana.



El hombre despertó aquella mañana con una tremenda cruda. La noche anterior se había pegado una parranda fuera de casa… bebió como un loco, ni siquiera se acordaba como había regresado a su casa.
Preso de un dolor de cabeza lacerante, dolidos todos los músculos del cuerpo, la garganta más reseca que lengua de loro; en la boca un sabor a cobre y vinagre. Tenía miedo aún de abrir los ojos pues lo esperaba, de seguro, su vieja muy enojada…
Abrió los ojos como pudo, y lo que vio lo dejó loco. Sobre la mesa de noche estaba una pequeña hielera, llena de cubitos de hielo, con un par de cervezas bien frías. Al lado, había un par de Alka-Seltzers y un vaso de agua. Recargado en el vaso estaba un sobrecito perfumado; el tipo anonadado abrió el sobre y en su interior halló un recado que decía:
“Amor mío, vida de mi vida: Perdona que no esté aquí para atenderte… Salí un momento, pero regreso al rato para estar contigo. Te he dejado estas cosas sobre la mesita para que alivies el malestar que quizá sientas después de la borrachera de anoche… Te he preparado un caldo como a ti te gusta, pollo y res, que te espera en el comedor. Le pedí a nuestro hijo que te lo sirva y que esté pendiente de ti. Te dejo un beso con todo mi amor. Tu esposa que te adora.”
El hombre no daba crédito a sus ojos. Bebió con deleite las dos cervezas bien frías, se bañó, se vistió y bajo al comedor. Ahí en efecto lo esperaba su hijo, que lo saludó con cariño y le sirvió el caldo preparado por su madre.
Se lo comió en silencio, y el asombrado padre pensó “¿Qué esta sucediendo?” ¿Soñaba acaso? ¿Era aquello una vana ilusión de los sentidos? ¿era la cruda?
Entonces se atrevió a preguntar con timidez: “¿Qué pasó anoche, hijo?”
Llegaste a las 3 de la mañana y venías en completo estado de ebriedad. Chocaste el carro en la puerta del garaje; le diste una patada al gato; te vomitaste en la sala y arruinaste la alfombra que mi mamá acababa de comprar, te measte en el closet. Luego te caíste en la escalera y ahí quedaste privado, sin sentido. Tuvo que despertarme mi mamá para que la ayudara a llevarte a la cama.
“Y… ¿entonces? ¿por qué todo esto? ¿por qué las cervecitas y el amoroso recadito, y el tremendo caldo y todas estas finas atenciones?”

A lo que responde el hijo:
“Porque mamá te iba a desvestir en la cama y cuando empezó a bajarte los pantalones tu dijiste: ¡QUIETA COCHINA! ¡SOY CASADO!”

2 Alka-Seltzers: $3 pesos
2 Cervezas frías : $14 pesos
Caldo con sopa Maggi: $20 pesos
Decir las palabras correctas en el momento preciso… ¡NO TIENE PRECIO!


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