Confesiones de una sobrecargo: ¡Conoce sus secretos!



Las asistentes de vuelo tienen varios secretos que muchos no saben y que podrían ayudar a que las entiendas mejor







La mayoría de sobrecargos se caracterizan por su cara tierna, angelical y amable. Al subir al avión siempre dan la bienvenida, al descender se despiden de uno, nos llevan los snacks o una almohada para descansar mientras volamos.
Sin embargo, detrás de esa sonrisa alegre y ese carácter gentil, esconden secretos que jamás han revelado a los pasajeros y que estás por conocer.


No nos pagan por todo el tiempo. El tiempo de salario laboral de las sobrecargos comienza cuando se cierra la puerta del avión. Las cancelaciones y retrasos no sólo afectan a los pasajeros, también son horas sin sueldo para las azafatas.


La batalla por el puesto. Ser sobrecargo en una aerolínea es una competencia muy dura. De cada 100 solicitudes de trabajo sólo una persona logra obtener el cargo. La mayoría de las asistentes contratadas hablan un segundo idioma y tienen título universitario.


El tamaño importa. Hace algunos años, era obligatorio que las sobrecargos midieran más de 1.60 metros y pesaran menos de 59 kilogramos. En la actualidad, el rango de medidas de las asistentes es que alcancen los portaequipajes y puedan abrocharse el cinturón de su asiento.


Estás despedida. Las asistentes de vuelo están sometidas a motivos raros por los cuales pueden ser despedidas. Las sobrecargos deben respetar el uniforme y no modificarlo; en algunas aerolíneas, no pueden viajar si están enfermas, ni como pasajeras en otra compañía.


El enemigo del aire. El refresco de dieta es una pesadilla al servir en un vuelo, ya que a la altura en la que se encuentra el avión hace que la espuma tarde más en asentarse. En lo que se sirve un vaso refresco de dieta se podrían llenar tres vasos de otra bebida.


La falda corta. Las asistentes recién contratadas deben de usar el dobladillo de la falda por debajo de la rodilla; mientras que las que ya tienen ciertos años de experiencia pueden subir un poco más el dobladillo.


Sexo en el baño. Las sobrecargos suelen darse cuenta cuando una pareja trata de cumplir la fantasía del avión, ya sea debido a la larga fila para usar el baño o porque alguien les dio aviso.

El levanta fiestas. En ocasiones, la tripulación usa el oxígeno de los aviones para curar la resaca de alguna fiesta y solucionar el problema de malestar.

Cuidado con las sorpresas. En algunos vuelos no hay suficiente tiempo para verificar los bolsos de vómito, así es que lo mejor es no meter la mano ni ser tan curiosos.






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