Sabes el origen de las cosas?

La mayúscula 



El hecho de que los nombres propios se escriban con la inicial en letra mayúscula no siempre ha sido así y por supuesto tiene un origen. 

En la época clásica se escribía todo en mayúsculas. Y así fue hasta que se inventó la minúscula en tiempos de Carlo Magno basándose en la letra carolina. En ese momento se busco un alfabeto más fácil de leer y escribir. Hacerlo en minúsculas fue una solución. 

Desde ese momento, al escribirse en minúsculas, la mayúscula se mantuvo en los distintos idiomas en diferentes situaciones. Por ejemplo en alemán se mantuvo la mayúscula para encabezar todos los sustantivos y en español y otras lenguas romances, sólo los nombres propios. 

En el siglo XII la mayúscula marcaba el inicio de un capítulo o párrafo y facilitaba la identificación de las personas citadas en transacciones y documentos. 

En el siglo XV, con la llegada del humanismo, el uso de la capitular se impuso para distinguir los nombres propios de los comunes iguales (Rosa/rosa).
 




El aire acondicionado 



En la antigüedad los egipcios ya utilizaban sistemas y métodos para reducir el calor. Principalmente en el palacio del faraón, cuyas paredes estaban formadas por enormes bloques de piedra, con un peso superior a mil toneladas. Durante la noche, tres mil esclavos desmantelaban las paredes y acarreaban las piedras al Desierto del Sahara. Como el clima desértico es extremoso y la temperatura disminuye a niveles muy bajos durante las horas nocturnas, las piedras se enfriaban notablemente. 

Justo antes de que amaneciera, los esclavos acarreaban de regreso las piedras al palacio y volvían a colocarlas en su sitio. Se supone que el faraón disfrutaba de temperaturas alrededor de los 26°, mientras que en el exterior el calor subía hasta casi el doble. 

Lord Kelvin inventó en 1842 creó un circuito frigorífico hermético basado en la absorción del calor a través de un gas refrigerante, elemento esencial para el aire acondicionado que hoy conocemos. 

En 1902, el estadounidense Willis Haviland Carrier sentó las bases de la refrigeración moderna. Por esa época, un impresor de Nueva York, tenía serias dificultades durante el proceso de impresión, debido a que los cambios de temperatura y humedad en su taller alteraban ligeramente las dimensiones del papel, impidiendo alinear correctamente las tintas. El frustrado impresor no lograba imprimir una imagen decente a color. 

Carrier, recién graduado de la Universidad de Cornell, acababa de ser empleado por la Compañía Buffalo Forge, con un salario de 10 dólares semanales. El joven se puso a investigar cómo resolver el problema y diseñó una máquina que controlaba la temperatura y la humedad por medio de tubos enfriados, dando lugar a la primera unidad de aire acondicionado de la Historia. 

El invento hizo feliz al impresor de Brooklyn, que por fin pudo tener un ambiente estable que le permitió imprimir a cuatro tintas sin ninguna complicación. El “Aparato para Tratar el Aire” fue patentado en 1906. 

Aunque Willis Haviland Carrier es reconocido como el “padre del aire acondicionado”, el término “aire acondicionado” fue utilizado por primera vez por el ingeniero Stuart H. Cramer, en la patente de un dispositivo que enviaba vapor de agua al aire en las plantas textiles para acondicionar el hilo. 

Las industrias textiles del Sur de los Estados Unidos fueron las primeras en utilizar el nuevo sistema de Carrier. Debido a su calidad, un gran número de industrias se interesaron por el aparato de Carrier. La primera venta que realizó al extranjero fue en 1907, para una fábrica de seda en Yokohama, Japón. 

El inventor dijo que recibió su “chispa de genialidad” mientras esperaba un tren. Era una noche brumosa y él estaba repasando mentalmente el problema del control de la temperatura y la humedad. Para cuando llegó el tren, ya había comprendido la relación entre temperatura, humedad y punto de condensación. 

Las industrias florecieron con la nueva habilidad para controlar la temperatura y los niveles de humedad durante la producción. Películas, tabaco, carnes procesadas, cápsulas medicinales y otros productos obtuvieron mejoras significativas en su calidad gracias al aire acondicionado.
 



El Básquet 





El baloncesto nació en la escuela de YMCA en Massachusetts, gracias al profesor de educación física de la Universidad de illinois (Massachusetts) James Naismith, este canadiense fue además del inventor del baloncesto, el encargado de introducir el casco en el fútbol americano. 

Naismith analizó las actividades deportivas que se practicaban en la época, cuya característica predominante era la fuerza o el contacto físico, y pensó en algo suficientemente activo, que requiriese más destreza que fuerza y que no tuviese mucho contacto físico. El canadiense recordó un antiguo juego de su infancia denominado "duck on a rock", que consistía en intentar alcanzar un objeto colocado sobre una roca lanzándole una piedra. Naismith pidió al encargado del colegio unas cajas de 50 cm. de longitud pero lo único que le consiguió fueron unas canastas de melocotones, que mandó colgar en las barandillas de la galería superior que rodeaba el gimnasio, a una altura determinada. 

James Naismith diseñó un conjunto de trece reglas: 

1. El balón puede ser lanzado en cualquier dirección con una o ambas manos. 


2. El balón puede ser golpeado en cualquier dirección con una o ambas manos, pero nunca con el puño. 


3. Un jugador no puede correr con el balón. El jugador debe lanzarlo desde el lugar donde lo toma. 


4. El balón debe ser sujetado con o entre las manos. Los brazos o el cuerpo no pueden usarse para sujetarlo. 


5. No se permite cargar con el hombro, agarrar, empujar, golpear o zancadillear a un oponente. La primera infracción a esta norma por cualquier persona contará como una falta, la segunda lo descalificará hasta que se consiga una canasta, o, si hay una evidente intención de causar una lesión, durante el resto del partido. No se permitirá la sustitución del infractor. 


6. Se considerará falta golpear el balón con el puño, las violaciones de las reglas 3 y 4, y lo descrito en la regla 5. 


7. Si un equipo hace tres faltas consecutivas (sin que el oponente haya hecho ninguna en ese intervalo), se contará un punto para sus contrarios. 


8. Los puntos se conseguirán cuando el balón es lanzado o golpeado desde la pista, cae dentro de la canasta y se queda allí. Si el balón se queda en el borde y un contrario mueve la cesta, contará como un punto. 


9. Cuando el balón sale fuera de banda, será lanzado dentro del campo y jugado por la primera persona en tocarlo. En caso de duda, el árbitro lanzará el balón en línea recta hacia el campo. El que saca dispone de cinco segundos. Si tarda más, el balón pasa al oponente. 


10. El árbitro auxiliar, "umpire", sancionará a los jugadores y anotará las faltas, avisará además al "referee" (árbitro principal, véase siguiente punto) cuando un equipo cometa tres faltas consecutivas. Tendrá poder para descalificar a los jugadores conforme a la regla 5. 


11. El árbitro principal, "referee", jugará el balón y decide cuando está en juego, dentro del campo o fuera, a quién pertenece, y llevará el tiempo. Decidirá cuando se consigue un punto, llevará el marcador y cualquier otra tarea propia de un árbitro. 


12. El tiempo será de dos mitades de 15 minutos con un descanso de 5 minutos entre ambas. 
El equipo que consiga más puntos será el vencedor. 


13. Como Naismith tenía 18 alumnos, decidió que los equipos estuviesen formados por 9 jugadores cada uno. Con el paso del tiempo, este número se redujo primero a 7, más tarde a la cantidad actual, 5 jugadores. 

El tablero surgió para evitar que los seguidores situados en la galería donde colgaban las cestas, pudieran entorpecer la entrada del balón. Con el paso del tiempo las cestas de melocotones se convirtieron en aros metálicos con una red sin agujeros hasta llegar a la red actual. 

El baloncesto alcanzando la categoría olímpica en los Juegos Olímpicos de 1936. Naismith tuvo la oportunidad de ver como su creación era convertida en categoría olímpica, cuando fue acompañado por Adolf Hitler en el palco de honor, en Alemania. 

El juego gustó y se estableció pronto en Estados Unidos. México, fue donde primero se introdujo por motivos geográficos. A Europa, llegó de la mano de las sedes de YMCA a París, Francia. Pero no fue hasta la primera guerra mundial que cogió gran impulso, sobre todo gracias a los soldados estadounidenses que jugaban en sus ratos libres.
 



El papel higiénico 



El papel higiénico (llamado también rollo higiénico, papel de baño, papel sanitario, papel toilette o papel wc) es un tipo de papel fino que se usa para la limpieza tras el acto de la defecación o la micción. 

Es complicado conocer el origen del papel higiénico moderno, la teoría más difundida es que los responsables fueron los chinos, quienes en el siglo II A.d.C. ya diseñaron un papel cuyo uso principal era el aseo íntimo. Varios siglos más tarde (allá por el siglo XVI), las hojas chinas de papel destacaban por su gran tamaño (medio metro de ancho por 90 centímetros de alto). Sin duda, estas hojas estaban en consonancia con la posición jerárquica de sus usuarios: los propios emperadores y sus cortesanos. 

Antes de la invención del papel higiénico se utilizaban materiales diversos: lechuga, trapos, pieles, césped, hojas de coco o de maíz. Los antiguos griegos se aseaban con trozos de arcilla y piedras, mientras que los romanos se servían de esponjas amarradas a un palo y empapadas en agua salada. Por su parte, los inuit optaban por musgo en verano y por nieve en invierno, y para la gente de zonas costeras la solución procedía de las conchas marinas y las algas. Los antiguos romanos de las clases pudientes utilizaban lana bien empapada en agua de rosas, mientras que la realeza francesa utilizaba nada menos que encaje y sedas. La hoja de cáñamo era el más internacional de los materiales utilizados por los ricos y poderosos. 

El papel higiénico tal cual lo conocemos hoy en día ha experimentado un gran desarrollo a lo largo de los cerca de 140 años que han transcurrido desde su invención. La doble capa del papel (incorporada en 1942) se suman tecnologías punteras que aportan mayor suavidad y absorción (como la UCTAD, desarrollada y patentada por Kimberly-Clark). 

Algunas curiosidades sobre el papel higienico: 

1. Joseph C. Gayetty fue el primero en comercializar el papel higiénico allá por 1857. El producto primigenio consistía en láminas de papel humedecido con aloe, denominado “papel medicinal de Gayetty”, un auténtico lujo para los más hedonistas. El nuevo producto, de precio prohibitivo, se comercializaba bajo un visionario eslogan: “la mayor necesidad de nuestra era, el papel medicinal de Gayetty para el baño”. 

2. En 1880 los hermanos Edward y Clarence Scott comienzan a comercializar el papel enrollado que hoy conocemos. Una presentación en sociedad llena de obstáculos dados los muchos tabúes que rodeaban al nuevo producto. Por la época se consideraba inmoral y pernicioso que el papel estuviera expuesto en las tiendas a la vista del público en general. 



3. El papel de los orígenes no era el producto suave y absorbente de nuestros días. En 1935 se lanza un papel higiénico mejorado bajo el reclamo de “papel libre de astillas”. Esto nos hace deducir que lo habitual de la época era que el papel higiénico contara con alguna que otra impureza. 

4. Kimberly-Clark en 1944 a cargo del Gobierno de los Estados Unidos realizó un reconocimiento. El motivo de dicho reconocimiento fue (citamos palabras textuales) “su heroico esfuerzo en el suministro a los soldados durante la II Guerra Mundial”. 

5. Llegó a ser estratégica en la Operación Tormenta del Desierto de la Guerra del Golfo. El verde de los tanques estadounidenses contrastaba demasiado con las blancas arenas del desierto y no se contaba con el tiempo necesario para pintar los vehículos. Se optó por envolver los tanques en papel higiénico como técnica de camuflaje de última hora.
 




Bugs Bunny 




La primera vez que pudimos ver a Bugs Bunny en el cine fue en un cortometraje el 27 de julio de 1940. Ni que decir tiene que fue un éxito, no sólo porque el corto fuera divertidísimo, sino por la manera de actuar de Bugs Bunny. 

Los creadores del conejo habían pensado en diferentes "características" para hacer reír al público. Un ejemplo de ello era su frase más famosa "Qué hay de nuevo viejo" típica de los habitantes de Texas en la década de los cuarenta. 

Pero Bugs no sólo era aquella frase, la manera en la que sujeta la zanahoria estaba "copiada" de como lo hacia con sus puros Groucho Marx. Bunny se comía su hortaliza como Groucho se fumaba sus puros. Y si os fijáis en el conejo es fácil encontrar similitudes con el sentido del humor de G. Marx. 

Pero aunque parezca mentira no es Groucho el personaje del que más se sirvieron para la creación de Bunny. Fue el actor estrella de los años cuarenta, el famoso actor conocido como "El Rey", el protagonista de "Lo que el viento se llevó" quién más inspiró a sus creadores. 

Y aunque podríamos pensar que lo que copiaron de Clark Gable fueron sus orejas, que es cierto podrían haber servido de inspiración, no fue eso lo imitado. Comer zanahorias fue lo que "tomaron" del actor. En una de las películas más famosas de Gable "Sucedió una noche" comía zanahorias y, aunque parezca mentira, cuando los espectadores veían a Bugs Bunny comiendo zanahorias, se acordaban de esa escena y no paraban de reír, al darse cuenta de que el conejo estaba parodiando a Clark Gable.
 



El origen del traje actual 




Comúnmente se usa la palabra traje al conjunto tradicional masculino en el mundo occidental formado por un combinado de chaqueta y pantalón y en ocasiones, un chaleco. 

Durante el siglo XVII, en la corte de Luis XIV se empezaba a adquirir una gran importancia la moda. La chaqueta del traje se empieza a ajustar a la cintura, y la parte de las caderas se deja amplia, empezando a tomar relevancia los encajes, como adorno de estas prendas. Este fue el origen del traje actual. 

El traje, tal y como lo conocemos hoy en día, tiene su origen en Inglaterra. Se hacían a mano por los maestros de sastrería, quienes cogían aprendices a partir de los 12-14 años, y les comenzaban a enseñar el oficio. Era curioso saber que se confeccionaba la chaqueta de un tejido y el pantalón y el chaleco de otro. Aunque empezaba a despuntar el traje como una prenda de uso cotidiano, la elegancia la seguían marcando los trajes de etiqueta como el esmoquin, el chaqué o el frac. 

Allá por los años 30, el traje empiezan a tomar las medidas y hechuras tal y como lo conocemos en la actualidad. De hecho, los patrones de aquella época aún se consideran válidos en la actualidad, con las modificaciones pertinentes que la moda y el nuevo ritmo de vida han impuesto hoy. 

Una de las mayores evoluciones que se ha dado en el traje es el pantalón. En un principio se vestía un pantalón corto, por debajo de la rodilla, pero que no llegaba hasta el zapato, dejando ver al completo los calcetines. Eran una especie de pololos o bombachos. También a principios de 1900 se vestían chaquetas o levitas largas, que se fueron acortando para darles mayor comodidad. 

A partir de finales del siglo XIX y principios del XX, se alarga el pantalón, y empiezan a tomar las medidas, tal y como los conocemos en la actualidad. 

Los trajes más elegantes son los de colores oscuros como negros, grises oscuros o azules oscuros (tipo azul noche). Los trajes de otros colores, según el manual del perfecto "gentleman" se dejaban para los fines de semana y otras ocasiones menos formales (verdes, marrones, etc.). 

La moda inglesa, mucho más clásica, mantiene las hechuras desde hace décadas, mientras que franceses y sobre todo italianos, imponen nuevas formas y nuevas innovaciones en el traje masculino.
 



Los símbolos matemáticos 





La historia de los signos matemáticos más importantes de la historia: 

+”: este signo de suma se piensa que deriva de la palabra latina plus que se utilizaba en la antigüedad. Para abreviar su uso, el plus se cambió por la “p” que con la velocidad de la escritura fue derivando en dos líneas cruzadas que terminaron convirtiéndose en el signo “+” que usamos hoy día. 

-“: el signo menos tiene un camino similar al signo de la suma. Deriva de la palabra latina minus, que luego fue sustituida, con el fin de abreviar, por la palabra mus a la que se incorporó una rayita arriba. Luego la palabra desapareció y quedó solamente la rayita. 

/”: la barra que indica división era utilizada por los árabes, en su variante horizontal, en sus operaciones matemáticas y llegó a Europa en el Siglo XIII, pero se generalizó su uso dos siglos más tarde. Recién para el año 1845 fue que la barra se transformó en oblicua, modificación introducida por el matemático y lógico inglés Augustus De Morgan, con la intención de simplificar la operación en una sola línea. 
En 1659 el suizo Johann Heinrich Rahn inventó el símbolo “÷” para la división, y aunque no fue nada popular en su país, si fue tomada y utilizada en Gran Bretaña y los Estados Unidos. 
La figura de los dos puntos “:” indicando división fue introducida por el filósofo, matemático, jurista y político alemán Gottfried Wilhelm von Leibniz, que aconsejaba su uso para realizar la operación en una sola línea y para que tenga una relación con el signo de multiplicación de un solo punto que él utilizaba. 

x”: el signo del producto deriva de la utilización del símbolo de la cruz de San Andrés para los cálculos de proporciones en la antigüedad. El clérigo inglés William Oughtred, que vivió entre fines del Siglo XVI y principios del XVII, tomó este símbolo y lo propuso, entre muchos otros, para designar las operaciones de multiplicación. Fue adoptado en su momento, pero hubo a quienes no les convenció, como Leibniz, que decidió no utilizar este símbolo porque se confundía con la × de las ecuaciones, por lo que decidió utilizar el punto simple para indicar multiplicación, que también se utiliza en la actualidad para el producto. 

=”: el igual como signo empezó a ser utilizado en el año 1557 por el matemático ingles Robert Recorde que utilizó en un principio dos líneas más largas paralelas, porque decía que no podrían haber dos cosas más iguales que ellas. Con el tiempo las líneas se acortaron y se estableció el símbolo.
 



La cafetera 





El año 1802 el farmacéutico francés Francois Antoine Descroisilles se le ocurrió la idea de unir dos recipientes metálicos comunicados por una chapa llena de agujeros a modo de colador, la parte inferior la llenó de agua y café molido y puso el ingenio al fuego. Cuando el agua llegó a su punto de ebullición subió al recipiente de arriba la infusión había tomado el olor y sabor del café. Ese mismo año lo patentó con el nombre de ‘Caféolette’, había nacido la primera cafetera de la historia. 

El agrónomo y químico francés, Antoine Cadet de Vaux saca al mercado, en 1.806, la cafetera de porcelana. 

En 1873 se produce la primera patente en Estados Unidos, era un cilindro que contenía en su interior un filtro que bajaba presionando los posos del café, el problema que tenía era que no siempre el diámetro de dicho filtro coincidía perfectamente con el del cilindro, lo que hacía que muchas veces el consumidor casero tenía que volver a colar la infusión. 

La cafetera como hoy la conocemos apareció gracias a una ama de casa alemana llamada Melitta Benz, la cual en 1.907, siguiendo el sistema del primitivo invento, dos recipientes intercomunicados, introdujo la variante de poner un paño poroso de lana en lugar de un colador. El resultado a corto plazo era bueno pero a medio plazo demostró su ineficacia al comprobar que la tela, por el uso, se desgarraba y gastaba. No tardó mucho en encontrar la solución al problema, ya que al año siguiente, ideó un sistema de usar y tirar con unos papeles muy porosos, de hecho al principio eran recortes de papel secante. 

En 1.940 un alemán llamado Peter Schlunbohm, que había emigrado un año antes a Estados Unidos, ensayó con un nuevo material, el pirex, compuesto del vidrio muy resistente al calor, y con el que hizo un recipiente con otro en forma de cono invertido en su parte superior y entre ellos el papel poroso. Eran malos tiempos para los inventores, ya que se estaba en plena Guerra Mundial y todas las fábricas estaban militarizadas y su producción orienta a la elaboración de materiales de guerra, sólo se podían fabricar utensilios para la vida civil con el consentimiento del Departamento de Guerra. Peter solicitó permiso escribiendo directamente al Presidente Franklin Delano Roosevelt, que era muy cafetero, le concedió permiso para fabricarla. El aparato se comercializó con el nombre de Cafetera Chemex.
 




El vikingo "Dientes Azules", origen del Bluetooth 




Todo el mundo esta al tanto o dispone de tecnología bluetooth en su teléfono, coche, ordenador... Esta técnología, que se utiliza para comunicar dispositivos que están próximos, recibió su nombre de un vikingo llamado Bluetooth. La traducción al español sería "Dientes Azules". 

Harald Blåtand, que así se llamaba el vikingo, fue un rey de Dinamarca que luchó durante el siglo I por la comunicación y entendimiento de las diferentes tribus sobre las que reinaba. El fué quién durante su estancia en el trono unió Dinamarca y Noruega. 

Y sin saberlo dió origen a una de las tecnologías más utilizadas en la actualidad. El logo de bluetooth son las runas nórdicas de sus iniciales, H y B.
 









El movimiento Hacker 




Es difícil identificar quien fue el primer hacker de la historia, pero está claro que John Draper es un claro candidato. 

A principio de los años 70, un amigo ciego de John Draper, Joe Engressia (conocido como Joybubbles) le contó a John Draper que un pequeño juguete que era distribuido como parte de una promoción del cereal Cap'n Crunch podía ser modificado para emitir un tono a 2600 Hz, la misma frecuencia que usaba AT&T para indicar que la línea telefónica estaba lista para rutear una llamada. Al hacer esto, se podía entrar en modo operador, lo que permitía explorar las diversas propiedades del sistema telefónico, y hacer llamadas gratuitas. 

John Draper nos narra su historia: 

Permíteme regresar al año 1972, cuando recibí una llamada telefónica de Denny, un niño ciego, que me hizo fijar mi atención en un silbato de juguete que salió en una caja de cereales del Capitán Crunch. 

Con ese silbato, me fue posible introducirme al mecanismo de las troncales de las líneas de Ma Bell. Con el silbato y con la ayuda de una caja azul (un dispositivo especial de generación de tonos), fue posible que yo tomara el control interno del equipo de conmutación de larga distancia de Ma Bell. 

Durante estos tiempos turbulentos, me conecté con el People's Computer Club de Menlo Park y es ahí donde voy a una de las famosas cenas Pot Luck de Steve Wozniak. 

Conocí a Steve Wozniak en la Universidad de Berkeley en el invierno de 1971. Él me pidió ir y mostrarle cómo utilizar una caja azul que acababa de construir a partir de la información que salió de un artículo de la revista Esquire publicado en octubre de 1971 llamado "Los Secretos de la Little Blue Box", y el Bell System Magazine de la Biblioteca de la Universidad de California. 

Wozniak me pidió que lo visitara en el dormitorio, donde hizo su famosa llamada al Papa. En aquel entonces Wozniack estaba trabajando en HP, y yo lo llevo a una cena “pot luck” ofrecida por mi compañía PCC (People's Computer Company). Poco después de eso, estas cenas se convirtieron en el Home Brew Computer Club 

Unos meses más tarde, Intel anunció el lanzamiento de su de microprocesador 8080. Steve Wozniak puso sus manos sobre algunos chips 6502 y construyó la primer ordenador 6502 que con el tiempo se convirtió en la Apple I. 

Naturalmente, a ninguna de las empresas de telefonía, ni a las autoridades les parecieron graciosos los "experimentos" que yo hacía con mi caja azul, para ver el desempeño de sus equipos, por lo que me persiguieron, presentaron cargos y condenaron, por Fraude telefónico, en virtud a lo estipulado en el Título 18, Sección 1343. 

Fui sentenciado bajo un programa de “Permisos de salida para trabajo” mientras cumplía mi condena, y se me permitió continuar mi labor de programación. Así escribí el primer procesador de texto para el ordenador Apple II, que fue el primer procesador de textos que imprimía con un cierto espaciamiento proporcional en la impresora Qume que me proporcionó Steve Wozniak, fundador de Apple Computer. 

En ese momento, bautice al programa como "TextWriter" hasta que Steve Sawyer sugirió el nombre de "EasyWriter" después de ver la película "Easy Rider". El nombre pegó... 

Así nació el PRIMER procesador de textos para Apple II. 

En 1980, IBM andaba cerca, en busca de una empresa externa que tradujera su procesador de textos para su nueva máquina. En ese entonces, tuve mi compañía “Cap’n Software ". IBM se puso en contacto con nosotros para traducir nuestro procesador de textos para que corriera en su nueva máquina.
 





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