Sabías que originalmente el término ‘plagio’ no tenía nada que ver con el hecho de copiar una obra ajena?


Conocemos como plagio a la acción de copiar una obra o parte de ella (ya sea de literatura, música e incluso actualmente relacionada con contenido original publicado en redes sociales) y atribuírselo como propia.
Suele ser una de las prácticas más criticadas y, sobre todo, en los últimos años donde a través de las redes sociales se está generando mucho contenido original y que al mismo tiempo es copiado por otros.


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Famosos han sido algunos casos en los que se ha denunciado a músicos y escritores (o aspirantes a ello) de haber robado la propiedad intelectual de otra persona, siendo acusados de plagio.
Y es que este término lleva mucho tiempo asociado a ese tipo de apropiación indebida del trabajo de otros, pero en su origen el vocablo ‘plagio’ no era usado para tal fin (básicamente porque en la antigüedad pocos eran los que creaban e ínfima la posibilidad de que alguien les copiase).
Etimológicamente la palabra ‘plagio’ proviene del latín ‘plagium’, cuyo significado literal era: ‘acción de robar esclavos’. Pero lo curioso que solo se aplicaba cuando quienes habían sido robados (o sea, secuestrados) eran ‘libertos’ o, lo que es lo mismo, antiguos esclavos que habían conseguido ser libres.
En la Antigua Roma existía un fructífero negocio de compra y venta de esclavos, por lo que algunos de esos mercaderes se dedicaban a capturar personas libres para comercializar con éstas.
El vocablo latino plagium provenía a su vez del griego ‘plágios’ (πλάγιος) que, entre otras acepciones, significaba ‘secuestrar’.
Fue a partir del siglo XVII cuando comenzó a ser utilizado genéricamente el término plagio para referirse a aquel que secuestraba o robaba las ideas literarias de otros. Aunque cabe destacar que en el siglo I d.C. el poeta Marcus Valerius Martialis (nacido en Bílbilis, lo que hoy en día es la población de Calatayud) se quejó amargamente que otro poeta coetáneo suyo le había ‘secuestrado’ (plagiāre) algunos de sus versos.
Como nota curiosa, debo añadir que existe un fenómeno conocido como ‘criptomnesia’y que afecta a algunas personas y por el cual, sin ser conscientes de ello, utilizan creaciones de otras personas creyendo que han surgido de su propia inspiración. Parece ser que ello es debido a que nuestro cerebro va guardando recuerdos de todo aquello que vemos, leemos o escuchamos pero al quedar almacenado nos olvidamos por completo de ello. De repente un día acude a nuestra mente una brillante idea y lo que realmente está ocurriendo es que hemos recuperado aquel recuerdo de aquello que ni tan siquiera éramos conscientes que habíamos visto/leído/escuchado.

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