La caligrafía china

El origen de la caligrafía china

Si bien es cierto que los historiadores no se ponen de acuerdo, se cree que la escritura debió desarrollarse en China alrededor del año 1.500 a.C., durante el periodo de reinado de la dinastía Shang. Si observamos bien la caligrafía china, cada uno de sus caracteres es un ideograma, o dicho de otro modo, un elemento que representa ideas y objetos, pero no sonidos o fonemas como nuestras letras del alfabeto.

La invención de este sistema de ideogramas tuvo un gran impacto en la capacidad organizativa de la sociedad china, aunque los utilizados hoy en día no son los mismos que los de antaño. Los ideogramas (o pictogramas) originales de la escritura china eran mucho más simples que los actuales y se leían en sentido vertical.

Distinción entre caracteres chinos

Los caracteres chinos están divididos en dos partes principales:

– Primero tenemos la raíz de la palabra (también llamada clave) que nos indica el tipo de palabra o concepto al que hace referencia, con un total de 214 raíces distintas.

-La segunda parte se añade a veces, aunque no siempre es necesario escribirla, y es la que da sentido al concepto principal.

Curiosamente, y a pesar de los diferentes dialectos hablados en China, todos ellos convergen en la escritura, pudiendo dos personas que hablen dialectos distintos comunicarse por escrito sin mayor problema.

Elementos para escribir en caligrafía china tradicional

Tradicionalmente, para plasmar la caligrafía china, se ha utilizado un pincel elaborado a base de pelo y bambú para la escritura, pero las superficies para escribir han sido de lo más variopintas, hallándose escritura en huesos de animal, caparazones de tortuga, cortezas, seda, tablillas de madera o de bambú y posteriormente (a partir del siglo V a. C.) en papel.

Hasta tiempos muy recientes este arte estaba reservado para unos pocos privilegiados, transmitiéndose sus técnicas y secretos de maestro a alumno. Tal era la importancia de conocer este arte para los artistas que todo pintor que se preciase debía conocer los secretos de la caligrafía si quería prosperar.