El partido de tenis más largo de la historia

 



Acaba de pasar y no podíamos dejar de escribir sobre la noticia. Los que siguen de cerca ese deporte de raquetas, redes y jueces de silla ya lo sabrán, más que nada porque ha sucedido en lo que tal vez sea el torneo con más glamour de ese deporte: Wimbledon.

Pues bien, ¿qué podría haber ocurrido en el recatado Londres, en una superficie apenas voluptuosa (o no)como es la hierba y en el torneo más tradicional, por no decir clasista, de todo el circuito? Oh, no penséis en nada extradeportivo, en minifaldas explosivas, en jugadores que muerden al recogepelotas. Tan solo (¡tan solo!) el partido más largo de la historia, y por ende, del universo (porque a día de hoy la Tierra es el único lugar en el que sabemos hay historia).

Es extraño que en este blog comentemos algo tan rabiosamente actual. Por lo general rastreamos el largo y ancho de los siglos para encontrar anécdotas curiosas e imposibles que pueden llevarnos a los tiempos remotos donde por no haber ni siquiera había Internet (¿!).

Pero es que sin duda esta noticia es insuperable, dentro de su ámbito: el del deporte y, concretamente, el del tenis. El tanteo del último set lo dice todo: ¡70-68! No, no nos confundimos, no hablamos de un partido de baloncesto, sino de tenis.

Los protagonistas de tamaña empresa tenística han sido el norteamericano John Isner y el francés Nicolas Mahut. Isner está situado en torno al puesto 20 de la lista de la ATP, posición arriba o abajo. Mahut no aparece siquiera entre los 100 primeros. Por lo tanto, no se trata de figuras, aunque acaben de grabar sus nombres en la apasionante historia de este deporte centenario.

Al final han roto todos los récords. La estadística es apabullante. Durante tres días han estado jugando estos dos colosos sobre la hierba de Wimbledon. El resultado: 4-6, 6-3, 7-6(7), 6-7 y ese quinto set que ya pasó a los anales del libro Guiness de los Récords: 70-68. La duración total: más de 11 horas.

Por si no estáis demasiado enterados, en los cuatro torneos de Grand Slam (Australia, Roland Garros, Wimbledon y EEUU) los partidos son al mejor de cinco sets. Cada set es al mejor de seis juegos. Si hay empate a seis hay un tie break, que se juega a siete puntos. Así sucedió en el partido entre Isner y Mahut en el tercer y cuarto set.

Pero las reglas establecen que en el quinto y último no hay tie break. Por lo tanto los juegos podrían prolongarse sine die. Por supuesto, hasta ahora nunca se había visto nada parecido.

Y así, el partido se ha convertido en el más largo, con más juegos disputados, con mayor número de aces (215 en total: 112 para Isner y 103 para Mahut), y un largo etc de récords pulverizados. Por dios, que les levanten un monumento ya.

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