El origen del término bluetooth

 



Nadie puede negar que la creación del sistema Bluetooth (sistema de comunicaciones inalámbricas) ha sido imprescindible para el desarrollo de muchas tecnologías posteriores. Pero ¿sabemos de dónde viene su nombre?

Al parecer, el nombre vendría de un rey de Dinamarca del siglo X, hijo de Gorm “El Viejo” y Thyre y llamado Harald. La importancia de este hombre se vería pronto, pues en el 958 heredaría el trono a la muerte de su padre, siendo así el primer rey escandinavo que reinaba de esa forma, pues lo normal era que tras fallecer el monarca el resto de los grandes hombres lucharan arduamente entre ellos para decidir quien era el más fuerte y por tanto el más indicado para llevar la corona.

Harald era un rey que se alejaba de los cánones de belleza nórdicos. Era bastante diferente a sus hermanos escandinavos. Tenía una piel morena y un pelo oscuro, algo que le confirió el apodo de “Blatand” o “Bla”, que significaba algo así como “Gran hombre oscuro”.

Precisamente este nombre o apodo sería el que daría paso al término Bluetooth. Unos dicen que es una mala traducción al inglés, que «Blatand» se interpretó como Bluetooth. Otros aseguran que Harald habría sufrido eritroblastosis fetal, una enfermedad que podría haberle dejado alguno de los dientes de color azulado. Sea como sea, en nuestros días Harald se identifica con Bluetooh.

Pero… ¿Qué hazañas habría protagonizado este hombre para que su nombre fuera recordado siglos después e interpuesto a un sistema de comunicaciones inalámbrica? Al parecer, Harald fue un excelente rey nórdico. Su reinado se caracterizó por una buena comunicación, además de un liderazgo brillante. Su mayor triunfo fue unir las conflictivas tribus noruegas, suecas y danesas. Un trabajo bastante complejo que siglos después fue precisamente el que le otorgó el privilegio de dar nombre a este sistema de comunicaciones tan novedoso y revolucionario.

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